Estimulación de 0 a 26 semanas

En el período inicial del desarrollo prenatal (antes del nacimiento) la supervivencia se convierte en el punto más importante, recuerda que no es sino hasta la doceava semana que el embrión pasará a llamarse feto; es indudable que desde el momento de la concepción el instinto maternal empieza a trabajar, por lo que estás recibiendo una serie de mensajes que tal vez no sepas de donde vienen y que seguramente te hacen comportarte y sentirte de un modo especial.

Cuando hablamos de estimulación interpretamos que estamos haciendo algo desde afuera (externamente), para buscar u obtener una respuesta a eso que hacemos, sin embargo hay estímulos internos que están íntimamente asociados a nuestra psique y dependen fundamentalmente de ello.

El primer estímulo es instintivo y se lo das al cuidarte de todo lo que haces y comes, allí estás protegiendo a ese ser que se ve reforzado cuando confirmas el embarazo, comenzando a trabajar con tu mente; el hecho de saber tu nueva condición te estimula y a la vez lo estimula a él, ya que sin hablar ni escuchar, sólo sintiendo que es querido se va anidando y creciendo al recibir de una forma u otra tu sentir y tu amor hacia la vida.

Es de vital importancia como asumes tu nuevo rol de madre que se inicia desde el momento en que concibes al bebe: tu actitud, el apoyo que recibes y el amor que sientes hacia él, le darán el estímulo necesario y con ello las herramientas para crecer y quedarse dentro de ti. Mas informacion en un gestograma de embarazo

Recuerda que después de la octava semana su corazón ya tiene actividad (late), así que puedes acariciar tu vientre una y otra vez, también puedes hablarle haciéndolo con amor, (aunque no escucha lo importante es hacerle llegar la forma en que lo haces).

Al arribar a la 12va semana es probable que sientas sus movimientos, aprovecha cada uno de ellos para acariciarlo y decirle cuanto te gusta sentirlo (de esta manera sabes que está bien), el pequeño ejercicio te servirá más adelante para estimularlo de tal forma que él asociará con el tiempo que con cada movimiento algo sucederá desde afuera y sentirá que no está sólo.

Con la colocación de tu mano sobre el vientre se estimularán y desencadenarán en él sensaciones diversas, la temperatura y la presión de la mano, o la de otros en el transcurso del embarazo, le servirá para identificar si son las tuyas, las de papá ó las de cualquier otra persona que lo haga con frecuencia, incluso reconocerá a desconocidos y tu iras reforzando los lazos más profundos y puros que existen -los de madre e hijo-.

No tengas miedo de quererlo y hacerle sentir tu amor, porque a los hijos:

«Hay que abrazarlos estrechamente para luego dejarlos ir».